El gallinero es una estructura diseñada específicamente para albergar gallinas, centrándose en sus necesidades únicas de seguridad, comodidad y crecimiento. Este gallinero proporciona un recinto seguro para proteger a las gallinas de depredadores y condiciones climáticas adversas, con paredes y techo fabricados con materiales resistentes como metal o madera. En el interior del gallinero, existen áreas designadas para alimentarse, beber agua, anidar y posarse, asegurando que las gallinas tengan acceso a todos los recursos necesarios. La ventilación es una característica clave, con ventanas o respiraderos que permiten la circulación de aire fresco sin generar corrientes. El piso del gallinero puede estar cubierto con cama o tener un diseño de malla metálica para facilitar la eliminación de excrementos. El tamaño del gallinero se determina según el número de gallinas, con suficiente espacio para evitar la superpoblación y el estrés. Un gallinero bien mantenido favorece un desarrollo saludable de las gallinas, una producción constante de huevos y una gestión sencilla para los granjeros.